Ayuno, luego existo...resisto!!!

Y bien, aquí estamos: todos listos, preparados y a unas cuantas horas de uno de los días más importantes y decisivos para la Resistencia Civil Pacífica y todo el movimiento anti-pelele, anti-usurpador, anti-fraude, anti-imposición, anti-burla, anti-abuso, oséase: anti-fecal.

A estas alturas, la resistencia ya se ha organizado, diversificado y plantado en varios sitios. Por distintos puntos de la ciudad y del país hay preparativos en pro y en contra de la famosa "asunción" del fecal (no dejo de pensar que este personaje por todos lados y en todos los sentidos permite una interpretación escatológico tremenda). En este contexto, la huelga de hambre realizada frente a la puerta Mariana de Palacio Nacional por cinco compañeros y una compañera, todos orgullosamente de la resistencia civil, incide como preámbulo y punta de lanza en todos los preparativos para el gran día nacional contra la imposición. La huelga de hambre es ejemplo, lección y aprendizaje de compromiso, dignidad y resistencia.

Los compañeros, a través de su hambre, han alimentado, concientizado -o mejor dicho reconcientizado- y sensibilizado a una gran parte de la resistencia y del pueblo de México. Su ayuno empuja y motiva a cada uno de nosotros (resistente o no) a manifestarse en contra de la usurpación con más determinación, a no quedarse quieto, a gritar, a incorformarse, a criticar, a cuestionar, a participar...a resistir.
No puede ser de otra manera, estar junto a ellos necesariamente lleva a estar con ellos: en su lucha, su esfuerzo, su entusiasmo, su entrega, su dedicación, su coraje, su esperanza, su dignidad; nada de esto pasa desapercibido a quien platica con ellos o simplemente los observa: todo en ellos está fijo en su meta y objetivo. Es así como todos sabemos y entendemos que seguirán adelante, que no claudicarán y en ese sentido también asumimos que nuestro mínimo compromiso con ellos es acompañarlos, protegerlos y defenderlos ante cualquier tipo de agresión o intimidación porque son seis compañeros arriesgando todo: su salud, su integridad, sus familias, sus sueños, sus anhelos por absolutamente todos y cada uno de nosotros (incluídos los timoratos, los comodinos, los apáticos, los ignorantes, los descerebrados, los fascíficos, los "apolíticos", etc, etc, etc).

De esta manera, cada uno de los que hemos podido estar cerca de ellos y sobre todo sentirlos en su entrega total a la causa, hemos aprendido mucho y hemos tenido esa gran posibilidad de nutrirnos de su entusiasmo y, aunque quizá suene contradictorio, de su fortaleza y vitalidad; pero sobretodo, hemos aprendido con su ejemplo contundente, que la dignidad fundida en el compromiso y la esperanza, es más fuerte que el hambre... es más fuerte que cualquier cosa... es más fuerte que cualquier adversario...

vale... pa´mi bro por su gran enseñanza y ejemplo...